sábado, 2 de marzo de 2013
.
Es algo que no planeas. Un día te despiertas, te conectas, y conoces a alguien interesante que te cae bien, que te hace reír....en principio sólo eso. No sabes que en ese mismo instante, la vida te ha cambiado para siempre. Sigues hablando con esa persona, y cada vez estás más agusto con ella. Compartís historias, risas...es como si le conocieses de toda la vida. Cuando no estás hablando con esa persona, recuerdas sus palabras y sonríes. Cuando estás solo en tu cuarto, recuerdas su voz y sonríes. Cuando estás en un examen recuerdas sus chistes, y sonríes. Es como si gracias a esa persona hubieras olvidado todas las cosas malas que te rodean., como si no existieran las desgracias , y todo fuera alegre y precioso. Lo malo empieza, cuando empiezas a soñar con esa persona y cuando te conectas expresamente para estar con ella. Ahí te das cuenta, de que empiezas a tener dependencia...Todo pasa muy rápido, apenas te das cuenta de lo que sucede, fuera, y en tu interior. Sientes cosas extrañas, que jamás has sentido con personas que ves cada día. Te pones muy nerviosa cada vez que lo ves aparecer. Sientes unos deseos irrefrenables de estar todo el tiempo con el y celos, cuando piensas que todo lo que te dice puede decírselo a otra. Cierras los ojos, oyes su voz y te lo imaginas a tu lado. No hay distancia de por medio, sólo estamos los dos. Te mueres por cogerle de la mano, besarle y abrazarle, por mirarle a los ojos y decirle que te gusta, de preguntarle cosas y el no poder hacerlo, te supera.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario